¡¡Disfruten del especial de Domingo!!
''Cuervo siniestro'' (Sinister Crow)
En una tarde de antaño la ventisca se abanicaba de un lado hacia otro. Me asusté al ver cómo una tropa de ''soldados negros'' , cuervos, estaba posado sobre el viejo árbol de la plaza. Parecía como si estuvieran planeando un macabro plan, continué caminando, por que si no lo hacía perdería el metro.
La mayoría de los pasajeros están en silencio, mientras yo disimulo el estar observando detalladamente a cada uno de ellos. Meto mi cabeza entre las revistas que traje, para entretenerme hasta la parada en la que debo bajar.
Simplemente no entiendo. Si tanto quería, era hora de que lo asesinara de una vez ¿para qué estar reprimiendo esas ganas de hacerlo? ¿acaso no querías que estuviera muerto? Leer libros no es lo mío, prefiero las revistas y los comics se nota que aún no he madurado. Ahora que lo pienso, ya es de noche, de repente el metro se detiene... habíamos llegado ya a la última estación y era hora de bajar.
Ser un estudiante universitario sí que es duro, debo leer libros interminables y para colmo quieren que me lo aprenda de memoria. Debo estudiar mucho si es que quiero graduarme... creo que así se dice ¿no?
En fin... ya estaba llegando a la plaza cuando vuelvo a encontrarme con esos cuervos, debo admitir que no me parecen nada desagradables ¿por qué la gente les teme? ¡estas sí son verdaderas aves! no como las demás, estas no cantan, estas pían en verdad. Creo que sus plumas son únicas, son muy bonitas, pero... ¿acaso no se cansan de estar allí todo el día? Mientras estaba pensando en uno de los bancos de la plaza, un cuervo se ha posado en mi hombro, me observa atentamente parece hacerme señas con la cabeza y luego se va. Parecía como si estuviera tratando de guiárme, es por eso que decidí seguirlo..., seguirlo por la desolada ciudad en medio de la noche, me pareció totalmente normal.
No me había dado cuenta, pero este si que es un bonito amanecer. Los cuervos me habían guiado hasta la azotea de un edificio, lo sé, algo extraño de imaginar...
No sé lo que sucedió en el trayecto, pero me había dormido en la azotea de aquel lugar. Al despertar pude notar que los cuervos me observaban, como dándome señales de que debía mirar hacía allá abajo. La ciudad estaba vacía ¿que está sucediendo? Bajé rapidamente las escaleras, pues no había ascensor ¿que clase de persona soportaría la tortura de subir tantos bloques de cemento?
Los cuervos no dejaban de seguirme, a donde quiera que fuera, ellos también estarían allí.
Siento un gran vacío dentro de mí. Como si algo me estuviera faltando.
Desperté por las gotas de lluvia que cayeron en mi rostro, al parecer he vuelto dormirme ¿qué me está pasando?
Voltée hacia atrás al escuchar los sollozos de una niñita.
-¿Estás bien? ¿Te duele algo? -Técnicamente era un interrogatorio, pero acabó al ver los ojos de aquella niña, eran como los de un cuervo. Se hechó por la azotea, miré hacia abajo para ver si estaba bien, pero me espanté al ver cómo la niña que antes había oído sollozar, se había hecho cientos de cuervos al hacer contacto con el suelo. Volaron hacia mí, intenté correr, pero era demasiado tarde, mis ojos, ellos los habían arrancado sujetándolos entre sus garras.
Había despertado cuando una bella mujer de cabello oscuro se acercó a mi. Ella tenía enormes alas similares a las de un cuervo, sólo que más grandes, pero me distraje al ver que no tenía ojos.
Pude oír: ''Siento que hallas sufrido, mis cuervos han encontrado únicos tus ojos, es por eso que creían que se verían bellos en mí. Debes saber una cosa, ahora eres mi sirviente, tú te encargarás de guiar a mis cuervos, te encargarás de conseguirme un par de ojos, mientras tanto, tú serás los míos.''
Hasta el día de hoy, no me arrepiento de haber aceptado la invitación de aquella mujer, parece buena, pero en el fondo, sé que tiene planes siniestros... Quién sabe cuándo podremos hallar unos ojos que le queden bien, algunos son muy grandes, otros muy pequeños... y otros tan sólo no funcionan...
El otro día hallé un espejo, y en él pude ver que tenía ojos, unos extraños ojos rojos. Aquella mujer..., mi amo, dice que tengo la maldición, que esos ojos siempre reflejan la muerte, que no puedo tocar a nadie o esa persona morirá, dice que ella puede curarme, pero pienso que estoy bien así.
Yo soy el fiel sirviente de aquella mujer, mi amo, Sinister Crow. Soy una chica que se convierte en cuervo para así guiár a su tropa de soldados negros, buscando por todas partes un par de ojos que le queden bien a nuestro amo.
Creepy By: Shizuka-Chan
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